El domingo 13 de noviembre del 2022 acudí a un sitio que me encanta en mi natal Tepic, Nayarit, México.
Un albergue para artistas, un sitio de resistencia para la cultura urbana, de las corporaciones e instituciones multinacionales que de manera monopólica ultrajan a los negocios sinceros, proyectos bien estructurados que sobreviven contra todo pronóstico.
No recuerdo la primera vez que acudí a NayarLab pero no era lo que es hoy. No sabría correctamente dónde ponerlo pero definitivamente casa cultural siempre fue.
Hoy por hoy al entrar una sensación de galería, café y un modesto cine independiente. Chelas artesanales, café (evidentemente), nieve y alimentos. Internet, sonido ameno y toda la cosa. En el cine hace algunos meses vi Everything Everywhere All At Once, y ayer mismo la función que está casi totalmente agotada es el documental de El secreto del Doctor Grinberg.
Una de esas veces que acudí busqué ocupar el salón con el que cuentan a disposición de artistas Nayaritas del calibre de Greka Ortega; ilustradora, escritora, locutora y bailarina. Para el uso de las instalaciones solo se necesitan las ganas de consolidar una obra: NayarLab está para experimentar, para desarrollar, para confluir con multidisciplinarios, abiertas sus puertas en el corazón de la ciudad para cualquiera que guste enriquecer su mente y acervo.
NayarLab cumplió recientemente 4 años. LA Greka les hizo un flyer chingoncísimo al estilo de Monstruos Creativos, un taller que impartió y desafortunadamente no pude tomar. Autocrítica, algoritmo, imitación, errores, bloqueo: creación de Stickers y comunidad. NayarLab es un espacio para artistas, poetas, escritores, músicos, cinéfilos y cualquiera interesado en contemplar, consumir local y principalmente explorar su expresión en la disidencia.