Visión Animal nos trae estos segunditos súper chill patinando en el Skatepark de los muertos. En el fondo unos grafos y una rolita Lo-Fi.
Los pocos momentos tienen algo que me impide no hablar de mi infancia, de lo que me trajo hasta aquí y de lo que me rodea que me forma constantemente:
Conocí a mi mejor amigo, el Clau, cuando teníamos como 11 años e hicimos un click de inmediato por ciertas razones, una de esas me parece es el gusto a la adrenalina que nos daba estar sobre las ruedas.
Clau y yo disfrutábamos hacerle a la mamada en la tabla mientras escuchábamos rock o punk y jugábamos una vida de vagos, de lado a lado con nuestras tablas, buscando no partirnos la madre.
Un tiempo después la jefita de Clau lo metió a un grupo de patinaje de carrera y a él le encantó la velocidad. Lo he ido a ver pocas veces comparado con las veces que ha competido a nivel nacional e internacional, la verdad es que es todo un orgullo el wey.
Hoy en día se dedica a apoyar a skaterollers de su comunidad y me parece honorable lo que ha hecho de su vida.